viernes, 24 de febrero de 2012

Escribir. . .

Escribir, es desnudes que busca constantemente otro cuerpo, para nombrarlo e interpretar sus cicatrices y así habitarlo, reconocerse en el espejo del otro, sin ropa, y confirmar la locura de la caricia ajena, que tambíen me acaricia  sin sus manos y que asfixia la soledad con palabras.
Escribir es la desnudes que pertenece al ámbito de lo privado, y se otrorga solamente a aquellos que tambien se desnudan cuando escriben, todos escribimos, todos nuestra vida cada día, en la cita con el mundo, que empieza temprano, y así asegurar el acto repetitivo, que al que madruga dios le ayuda, por eso creo que llego tarde algunos dias, y puedo verla a ella y su olor desnudo, recién salida del baño con el cabello rojo y humedo, como un poema,
la mirada clara, el enigma de sus ojos.
el acto de la desnudes puede ser molesto para los muros de algunos , solo si su escritura es imprudente, y llega al espacio gritando, y hace mala cara para ofrecer indiferencia, cuando uno escribe, se encuentra entonces vulnerable ante los que todavía están con la ropa puesta.
          A la desnudes no le importa ser mal vista o vien vista,
                                   solamente,  ser escuchada        para dejar un espacio     
                                                                                                     entre la  palabra y             el eco.
                                                   
                                      Solo desea la resonancia de la caricia ajena en el  propio cuerpo.

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