un sueño de sabado por la tarde....

estaba sentada en el inmenso jardín del mundo, la sembraron desde un viejo aroma que persiste a los climas extremos, tenia pétalos rojos, era sencilla de polen verde azulado, nadie sabía dónde estaba, narran algunas libélulas que un colibrí blanco merodeo sus pétalos durante algunas lunas, un día después de tanto merodear su quietud hermosa, la beso... ese día no ocurrieron grandes cambios, el viento siguió el soplo de siempre, el agua de los ríos su cauce, la tierra germinando seres y el fuego alumbrando al mediodía desde el cosmos. La vida en su continuidad natural, siguió narrando el misterio de sí misma.

 

Ella* (antropología de un espej - ismo)

 Ella*  (antropología de un amor)

 La indígena era su conexión mas profunda, la mujer de  los ojos de jaguar, la del sigilo Mítico,  de la sonrisa humilde,  un  lenguaje dentro de los sueños, la del linaje parido por  mitos y leyendas.... la raíz profunda del espíritu de América,  la planta desentrañan-te de lo  silvestre y salvaje. La tremenda fuerza del rio, y sencillez de la quebrada. El tejido espiral,  la danza cósmica del cuerpo durante la ceremonia de existir.

La europea era la tibia mentira que se enfría, lo formal distanciado, era la belleza discreta envuelta en el temor a un pecado inventado, el miedo colonizando al  corazón del mundo, la conquista que esclaviza el sentir a una prorroga impostergable, la europea era conquistadora, esclavista de la selva y la tremenda fuerza del Rio,  Los caudales internos de sus arterias, confinados a una jaula. La misa del temor a dios. El pobre encanto de la corona.

El* también era Mestizo.