La película empezó al nacer, creció pensando que era teatro, ahora vive el performance de vivir
domingo, 27 de diciembre de 2009
SIMONA LE ESCRIBE ALGO A JUAN...
(…) Te ríes con la complicidad de los amigos que concluyen la noche con vino
Me miras entre pesadillas que despiertan del letargo…
A veces me miro en la encajonada forma de vivir, en la que despierto todos los días de esta vida.
Es que quiero hacer esto lo otro, quiero ir y después devolverme hacia allá, al parecer solo necesito ir suavemente, despacio vuela la pluma en el viento, suave me acaricias los senos en las noches en que despiertas mi ansiedad, algo me presiona el pecho, se que sucede cuando escucho los pájaros cantar en la madrugada, desde hace unos siete años, a incrementado la sensación de ansiedad, es diferente al deseo. La que calmo con pastillas; venta bajo formula medica, en la droguería de la esquina justo al cruzar la calle ahí estas, con lo ojos abiertos, mirando, mirándome y mirándolos a todos a veces creo que te envidio, me cansa rendirle cuentas al engranaje en el que vivió, quisiera explorar esa mirada tuya, para mirar sin tanto compromiso la funcionalidad, esta sistematización de las conciencias en cajones de apartamentos y materialistas anhelos.
Se que en el aire, hay un vacio que deja la ausencia de un algo que no tiene aún nombre, es como dormir profundamente y levantarse Cansado sin energía, se ha perdido el día, pero… Juan ¿hacia a donde se fue? ese algo de infantes que no tienen ganas para llorar o cantar y ni siquiera gritar, un vacio que obliga a vivir por seguir , me veo al espejo y se que mis ojos me dicen que eso faltante aún no se posa sobre mi vida, veo a los otros y ellos también lo tienen, un algo que no sana, tal vez sea la enajenación contemporánea, O depresión pos borrachera, el desinterés por el mundo y sus virtuosas contradicciones, el problema mas difícil es identificar las mías.
Juan Tengo que conseguir un trabajo, dignificar un poco el significado de dignidad, cuando la pierdo en las mañanas llenas de desprestigio, tras la encajonada forma en que despierto sobre mi cama, un poco ebria, un poco sola, me oprime un poco el deber. En el fondo se que es pereza, y eso me desagrada, trato de acordarme de tu sonrisa, no es que este enamorada o algo así, solo que me da impulso, me estimula abrir la ventana y sentir el olor a miel del sudor compartido, cuando cierro mis ojos, quiero un acorde de vientos húmedos en la cara recorriendo una carretera, una mariposa que rompe el viento al volar, y dejo de ser la oruga acurrucada en la envoltura de su apartamento llorando junto a la mancha de vino de la alfombra…..
Cuando te hablo de mis tragedias tu solo te ríes con la complicidad de los amigos que terminan la noche con vino… como si mi dolor tan solo fuera el capricho ingenuo de una niña confundida, que requiere de paciencia para dejar que pase. . . por eso me gusta la mancha de vino en la alfombra, me recuerda tu trastabilleo, al sostene r la copa mientras te ríes, hay otras manchas que no se quitan tan fácil (…)
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